García Agudelo, Línderman | 2022-06-06

spa:El tema del dolor ha sido tratado de manera diferente en cada época de la historia. Se puede decir que, al menos de manera provocativa, la reflexión filosófica sobre el dolor sí se ha hecho, pero no ha sido suficiente. Algunos intelectuales lo han tratado, pero este no ha sido el debate central de su pensamiento, o sea, hay una ausencia de reflexión filosófica sobre el dolor. Para el presente escrito, se tienen en cuenta las posibles relaciones filosóficas que se pueden hacer desde alguna parte del pensamiento de Martin Heidegger (1994) acerca de este tema, junto con las perspectivas literarias de una de las obras de León Tolstói (2014), el libro de Job de la Biblia (Reina Valera, 2016) y una obra del teatro clásico griego (Esquilo, 1993). Desde estos enfoques, se busca dar cuenta de algunas posturas relevantes que pueden ayudar a pensar el dolor como fenómeno humano. Se pretende relacionar la reflexión filosófica con la comprensión del dolor como fenómeno inherente a la naturaleza humana y utilizar, a la vez, una obra literaria como referencia de que puede existir una perspectiva interpretativa que se enfoca en el dolor. Desde Heidegger (1994), el dolor, junto a temas como el amor o la muerte, comparten características que, en cierto grado, son cuestiones enigmáticas que a veces suelen ocultarse o esconderse del entendimiento común. Estos son asuntos abismales que sabemos están ahí, pero que al, mismo tiempo, son tan profundos que no se dejan entender fácilmente. La filosofía, como proceso racional sobre la totalidad de las cosas, puede aportar a la comprensión del dolor, no desde un aspecto biológico o medicinal, sino reflexivo. El dolor se presenta aquí como algo necesario para pensar y comprender.